Rutinas y cuidados para mimarse durante un tratamiento oncológico

2022-10-26 10:44:42 By : Ms. Ava Qiu

Cada año se diagnostican en España alrededor de 34.000 cánceres de mama

Cada año se diagnostican en España alrededor de 34.000 cánceres de mama, 34.722 este año, según datos de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Un diagnóstico de cáncer asusta, provoca dudas y vuelve del revés unas prioridades que quedan en manos de médicos y tratamientos. 

Hablar de estética en tiempo de enfermedad puede parecer banal y, sin embargo, hay evidencias que relacionan la mejoría del estado de ánimo con un mejor aspecto físico, lo cual ayuda a mejorar la adherencia al tratamiento médico. Verse bien es importante, pero sentirse mejor, adaptando el cuidado de la piel a los efectos secundarios que provocan los tratamientos oncológicos, lo es aún más. 

“Algunos, como la quimioterapia o la radioterapia, pueden provocar efectos visibles como la alopecia, pero hay otros que pueden afectar a la piel de forma silenciosa provocando sequedad extrema, sensibilidad, prurito (picores), tirantez, entumecimiento de manos y pies e incluso hiperpigmentación”, explica Blanca Vergés, esteticista especializada en estética oncológica y asesora técnica de la Fundación Ricardo Fisas Natura Bissé. 

Desde hace 12 años, la Fundación ofrece tratamientos gratuitos de cuidado de la piel para personas en terapias oncológicas en hospitales y asociaciones de pacientes de España y han formado a más de 1.400 esteticistas en la especialidad. Los consejos que ahora ofrece se basan en la experiencia de los más de 10.000 tratamientos realizados.

Los tres pasos claves de la piel oncológica son “limpiar, hidratar y protegerse del sol”, dice la esteticista. También interviene la calma, que apacigua las zonas irritadas, y la aplicación generosa de hidratantes y emolientes, dos veces al día, en las áreas más susceptibles de resecamiento (labios, manos y pies) y prestando especial atención a los pliegues de la piel, como bajo el pecho, donde se puede acumular humedad y dar lugar a erupciones y sequedad. 

“Los activos más indicados pueden variar según la intensidad y frecuencia de los tratamientos y el estado en que se encontraba la piel antes de empezarlos. Pero están especialmente indicados los que tengan propiedades, hidratantes, emolientes, reestructurantes, antiinflamatorias, vasoconstrictoras o antisépticas. Pueden funcionar cremas y sérums ricos en principios activos como ácido hialurónico, aloe vera biológico, alantoína, aceite de rosa mosqueta o almendras y manteca de karité, entre otros”, aconseja la esteticista y formadora.

Los tres pasos claves de la piel oncológica son “limpiar, hidratar y protegerse del sol”

Hablamos de una piel sensibilizada, tan delicada como la un bebé. Así que les conviene duchas o baños cortos con agua tibia y jabones y champús suaves. Una propuesta: la avena coloidal y jabones oleosos suaves con pH 5,5. Es importante secarse con la toalla a pequeños toques, sin frotar. Y toca aparcar el uso de algunos activos, como el ácido salicílico, alfahidroxiácidos (AHA’s), el retinol y de cualquier tipo de exfoliante que pueda irritar la piel, y los productos que contengan alcohol, colorantes, detergente y perfume.

Eso durante el proceso de curación, pero… ¿se puede hacer algo antes del tratamiento? “Afortunadamente, existen distintos procesos médicos como son la quimioterapia, la radioterapia, cirugía, terapias dirigidas o inmunoterapia, entre otros, así que todo depende de los que se sigan”, precisa Blanca Vergès. 

“Por ejemplo, antes de una cirugía es muy recomendable empezar a cuidar la piel 3-4 semanas antes, limpiándola, hidratándola, bebiendo más agua y dejando todos aquellos hábitos que no ayudan a una mejor cicatrización”, apunta. “En el caso de las radiaciones es aconsejable hidratar al máximo la piel que va a ser radiada para que ésta llegue a la sesión en las mejores condiciones”, asegura la asesora de la Fundación Ricardo Fisas Natura Bisé.

Durante y después del proceso, dejarse mimar, si así se quiere, es una pequeña inyección de autoestima. Más allá de los cuidados específicos, se trata de tener un tiempo y un espacio donde poder poner la mente en blanco. Lo primero: buscar un centro especializado en estética oncológica (En la web de la Fundación Ricardo Fisas  hay un buscador de esteticistas de toda España formadas en estética oncológica por Natura Bissé) y compartir con la profesional cómo se siente la piel para que pueda hacer una primera valoración y orientar en las propuestas más adecuadas a cada caso. 

¿Opciones? Tratamientos faciales recuperadores, masajes hidratantes relajantes en el cuero cabelludo, manos y pies… También hay masajes oncológicos que atenúan la sensación de dolor o palian la ansiedad. “En nuestras formaciones trasladamos la importancia que tiene conocer la enfermedad, los efectos secundarios, protocolos y principios activos, así como las habilidades para acompañar a una persona que está en tratamiento. Una escucha activa es esencial para establecer un nexo de confianza y el acompañamiento en cada momento de la enfermedad”, señala la formadora.

Ante cualquier duda o alteración inesperada siempre hay que contar con el beneplácito y los consejos del oncólogo ante cualquier opción estética o de cuidado de la piel en casa.

La caída del cabello, y hasta de cejas y pestañas, es una de las manifestaciones más frecuentes de algunas terapias para el cáncer de mama. “Es muy importante mantener la limpieza y la hidratación del cuero cabelludo durante el tratamiento. Cuanto mejores condiciones consigamos mantener, más fácil, homogéneo y rápido será el crecimiento de cabello una vez terminadas las sesiones de quimioterapia. Ese es el principal objetivo durante este periodo, y no intentar utilizar cosméticos para frenar la caída del cabello, que no tendrán utilidad contra este efecto secundario”, dice Bea Guerrero, consejera delegada de Ángela Navarro, pionera en el cuidado de la imagen de los pacientes oncológicos. 

Micropigmentación de cejas en caso de caída del pelo 

Hace 20 años Ángela Navarro ya hablaba de pelucas específicas –tiene un centro de elaboración propio y hasta organiza un banco de pelucas–, talleres de imagen personal y autoestima. Su lema: “Si nos vemos bien, nos sentimos mejor”. Tiene su propia Fundación y un gran espacio oncológico específico en salón (Padilla, 1 Madrid) con servicios personalizados –micropigmentación o maquillaje reparador, entre otros–, y colabora activamente con la AECC. También fue de las primeras en formular una línea cosmética, Adapta, para cuidar la piel sensibilizada por la quimio.

¿Cómo cuidar el cuero cabelludo en el día a día? “Para la limpieza diaria del cuero cabelludo, utilizar un champú con un pH neutro e hidratantes específicos con efecto calmante. Estas fórmulas no han de aportar grasa (esta zona tiene muchas glándulas sebáceas), y se han de enfocar en mejorar la elasticidad con ingredientes emolientes y humectantes”, aconseja Bea Guerrero. 

“Es fundamental proteger el cuero cabelludo de los rayos solares, bien con protección solar, peluca, o gorros y pañuelos”, explica. “En el caso de pacientes oncológicos que decidan utilizar pelucas, desaconsejamos el uso de prótesis capilares pegadas para no provocar heridas/úlceras por los pegamentos que dificulten el crecimiento de cabello al terminar”, comenta.

Si no se cae el pelo. “Para las personas que no pierdan su cabello durante el tratamiento, recomendamos comenzar una rutina de lavado con productos especialmente formulados para limpiar sin alterar la fibra capilar ni el manto hidrolipídico del cuero cabelludo. Si se nota tirantez, se pueden aplicar hidratantes especiales para esa zona y utilizar sérums o aguas de peinado antes de desenredar el cabello para evitar tirones al cepillar y que se caiga el cabello por la tracción”, aconseja la CEO de Ángela Navarro.

En las pestañas. Hay distintos productos para fortalecer las pestañas y potenciar su crecimiento pero ¿se pueden usar durante el tratamiento? “Sí, siempre y cuando tengan pestañas, porque se aplican directamente sobre estas, y no sobre la piel del párpado. Se puede usar para reforzarlas cuando empieza la terapia, o después, cuando han vuelto a crecer, aunque sean pocas y débiles”, afirman desde RevitaLash Cosmetics.

Es otra de las consecuencias de algunos procesos. Mantenerlas limpias y cortas es un buen consejo para evitar que se rompan por enganche. Los esmaltes y las manicuras, también las profesionales, tendrán que esperar –y por supuesto los esmaltes semi permanentes y las uñas de gel o similar– y no conviene tocar padrastros ni cutículas para minimizar cualquier riesgo de heridas. Evitar el contacto directo con el agua y los detergentes y el uso de calzado ajustado. Un sí rotundo a la hidratación (hay aceites reparadores específicos para ellas).

La toma de decisiones durante la enfermedad puede llegar a ser agobiante y añadir presión a un estado de vulnerabilidad

La toma de decisiones durante la enfermedad puede llegar a ser agobiante y añadir presión a un estado de vulnerabilidad. Y eso, en caso de mastectomía, se aplica a la reconstrucción de seno, que se puede hacer al mismo tiempo que la operación, transcurrido un tiempo, o, simplemente, no hacerse. Todo es válido, desde quien no quiere someterse a más cirugías de las imprescindibles, hasta quien tiene muy claro que prefiere hacer la reconstrucción a la vez que la mastectomía o quien no quiere tomar este tipo de decisiones mientras están en tratamiento. 

Importante: conocer las opciones desde un punto de vista realista. Hablar con el oncólogo y el cirujano en todo momento es el mejor comienzo, pero también puede ayudar escucharse a su misma y conocer la experiencia de otras pacientes que han pasado por lo mismo. En la AECC ofrecen mucha información sobre la cuestión y contactos con grupos de apoyo.

El 19 de octubre la cosmética se viste de rosa para sensibilizar, dar visibilidad y ayudar a recaudar fondos para la lucha contra el cáncer de mama 

El 19 de octubre la cosmética se viste de rosa para sensibilizar, dar visibilidad y ayudar a recaudar fondos para la lucha contra el cáncer de mama. El grupo Estée Lauder fue de los primeros en hacer ediciones especiales de sus productos con un lazo rosa (Evenyn H. Lauder fue su cocreadora). Desde 1992, la Campaña ha recaudado más de 108 millones de dólares en todo el mundo. Hace tiempo que la mayoría de las marcas se apuntan al rosa para destinar parte de las ventas de algunos de sus productos a proyectos e investigación relacionados con el cáncer de mama. También hay marcas específicas de cosmética oncológica, como el Adapta de Ángela Navarro, o la línea Oncology de Maria D’Uol (mariaduol.com)

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