Informes detallados, datos e inteligencia procesable para profesionales de políticas, todo en un solo lugar.Observa al primer ministro entrante de Gran Bretaña mientras Boris Johnson se dirige a la salida.Dale al play para escuchar este artículoLONDRES — Gran Bretaña está a punto de tener un nuevo primer ministro.Sí, de nuevo.Mientras los conservadores en el gobierno depositan sus esperanzas en la reducción de impuestos, el libre comercio y el despertar de la secretaria de Relaciones Exteriores, Liz Truss, para tener éxito donde Boris Johnson, Theresa May y David Cameron han fracasado desde 2016, POLITICO tiene un manual básico útil sobre el Reino Unido (último ) primer ministro entrante para que puedas fingir que sabes de lo que estás hablando con tus amigos.Empecemos con lo básico.Truss es conservador.Tiene 47 años y ha sido diputada durante 12 años y ministra del gabinete durante ocho, sirviendo bajo tres primeros ministros.Su trabajo actual es el de secretaria de Relaciones Exteriores, lo que significa que también es la persona clave del país para las relaciones con la UE posteriores al Brexit, por lo que si está leyendo esto en Bruselas, es posible que ya esté poniendo los ojos en blanco ante este giro de los acontecimientos.Ella comienza a trabajar el martes cuando Johnson sale del escenario por la izquierda, las heridas de cuchillo aún cicatrizan.Truss está casada con el contador Hugh O'Leary, con quien tiene dos hijas.La líder entrante del Reino Unido nació en Oxford y creció en Escocia y luego en Leeds, en el norte de Inglaterra, asistiendo a una escuela que más tarde acusó de establecer “bajas expectativas” para sus alumnos.También tuvo un período en Canadá antes de establecerse tardíamente en la ruta probada y probada a Westminster: una licenciatura en filosofía, política y economía en la Universidad de Oxford.Truss es visto como un libertario y ama los impuestos bajos y los estados pequeños.Ella coescribió 'Britannia Unchained', un libro de 2012 de parlamentarios conservadores recién elegidos que se lanzó como una llamada de atención para la baja productividad de Gran Bretaña.Calificó a los trabajadores del Reino Unido como “entre los peores ociosos del mundo” y criticó a los jóvenes por estar “más interesados ​​en el fútbol y la música pop” que sus contrapartes indias.Sin embargo, Truss también ha demostrado ser una persona pragmática que cambia de forma a lo largo de su carrera, quedando atrapada en la gestión de varios departamentos gubernamentales complicados y transformándose de camerunés moderado de ojos brillantes a campeón de la Gran Bretaña posterior al Brexit.Ella sabiamente mantuvo sus manos limpias durante el brutal golpe conservador que puso fin al escándalo de Johnson, negándose a criticarlo abiertamente, pero logrando evitar ser vista como parte del círculo interno de Johnson.Truss se deshizo cómodamente de su rival Rishi Sunak y cortejó a las bases conservadoras con la promesa de reducir los impuestos "desde el primer día", eliminar las leyes obsoletas de la UE que aún están en el libro de estatutos británico y abordar lo que ella llama una cultura "despertada" en el servicio civil del Reino Unido. .Un parlamentario que apoya a Truss le dijo a POLITICO el mes pasado que cree que Gran Bretaña “podría estar encaminándose a un choque cultural al estilo de los años 80” bajo el mandato del primer ministro entrante, mientras que un aliado clave, Jacob-Rees Mogg, ha pedido un replanteamiento completo de “si el el estado debe cumplir ciertas funciones en absoluto”.Truss ha insistido en que no es un clon de Margaret Thatcher (aunque eso no ha impedido que robe los mejores atuendos del difunto primer ministro conservador).Puede leer cada uno de sus 149 compromisos políticos aquí, gracias al incansable pasante de POLITICO Noah Keate.Truss toma el timón en un momento tumultuoso para Gran Bretaña, que está luchando contra los altos costos de la energía (en parte aumentados por la guerra en Ucrania) y al borde de una recesión en toda regla.El país se ha visto afectado por una ola de huelgas, lo que ha afectado todo, desde los ferrocarriles hasta los puertos.Ah, y se está gestando una “tormenta de mierda” a lo largo del Canal de la Mancha sobre las compañías de agua que vierten aguas residuales en el mar.En el frente político, Truss tiene la tarea de cambiar la suerte de un Partido Conservador que ha estado en el poder durante 12 años, y su popularidad ha visto caer su popularidad por un precipicio este año cuando Johnson estropeó la respuesta a una serie de escándalos.Sin presión, Liz.Un nuevo primer ministro generalmente significa un nuevo equipo de alto nivel, y las figuras clave que se espera que obtengan puestos importantes en un gobierno de Truss incluyen al escribano de Britannia Unchained Kwasi Kwarteng, un conservador instintivo de un pequeño estado que parece casi seguro que se convertirá en el principal ministro de finanzas de Truss. .La amiga, amante del karaoke y colega ministra del Gabinete, Therese Coffey, que actualmente ocupa el cargo de trabajo y pensiones, ha sido nombrada para un puesto de alto nivel.Rees-Mogg, un partidario del Brexit acérrimo que efectivamente vive en un castillo y, sin embargo, realmente odia trabajar desde casa, parece el favorito para convertirse en secretario de negocios y energía.Al rival derrotado y ex canciller Sunak se le puede o no ofrecer un trabajo, pero no espere que el tipo que calificó el plan económico de Truss como “inmoral” aproveche la oportunidad, de cualquier manera.Quizás el cambio más sorprendente en lo que generosamente podríamos describir como el viaje pragmático de Truss a la cima ha sido su cambio de una preocupada seguidora a una ávida partidaria del Brexit.Antes del fatídico referéndum de la UE de Gran Bretaña en 2016, Truss, entonces secretario de medio ambiente, abogó apasionadamente por que el país permaneciera en el bloque, advirtiendo que hacerlo solo sería un "paso enormemente retrógrado" en la protección ambiental y podría marcar el comienzo de una "década desperdiciada". ” para la economía del Reino Unido.Ah, y siempre hay un tweet.Avance rápido hasta 2017 y Truss ya se había retractado, diciendo que los "problemas económicos masivos" que temía que Gran Bretaña enfrentaría por sí solo "no habían sucedido".Es una posición en la que se ha mantenido desde entonces y, felizmente, la economía británica está funcionando bien, muchas gracias.Como secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, Truss no ha tenido exactamente miedo de agitar algunas plumas.Ha pasado por una legislación controvertida que, según la UE, corre el riesgo de romper las protecciones ganadas con tanto esfuerzo para Irlanda del Norte en el acuerdo Brexit (desconcertando a Bruselas y Washington en el proceso), y causó indignación en China al sugerir que Occidente debería estar preparado para armar a Taiwán.En la campaña de liderazgo, obtuvo la última insignia de honor para un posible líder británico: cabrear a los franceses.Los conservadores australianos que aman su charla sensata y de libre comercio son un poco más entusiastas, mientras que los estados bálticos asustados por la amenaza de Rusia ven a un líder que los defenderá cuando las cosas se pongan difíciles.Truss se hizo un nombre firmando una serie de acuerdos comerciales posteriores al Brexit, elevando un puesto de rango medio en el gabinete a una oportunidad diaria de enarbolar la bandera de Gran Bretaña.Como secretario de comercio internacional, Truss se disparó en los índices de favorabilidad con los conservadores de base y logró una serie de acuerdos comerciales continuos destinados a mantener los vínculos posteriores al Brexit con socios comerciales clave.Pero su enfoque no ha estado exento de controversia: los parlamentarios críticos la acusaron de estar demasiado centrada en su propio perfil, y algunos incluso etiquetaron su Departamento de Comercio Internacional (DIT) como el "Departamento de Instagramming Truss", en función de su prolífica producción en las redes sociales. la red.El escrutinio de los acuerdos que en realidad negoció como secretaria de comercio solo ha aumentado desde que dejó el trabajo, con grupos agrícolas y ganaderos que la acusan de ignorar las advertencias sobre el costo de abrir la puerta a importaciones baratas de Australia y Nueva Zelanda.Quizás sorprendentemente, el próximo primer ministro de Gran Bretaña fue mejor conocido anteriormente por... gritar sobre la carne de cerdo (quédese con nosotros aquí).Truss ha adoptado durante mucho tiempo una personalidad pública un tanto tonta y, en 2014, pronunció un discurso muy entusiasta ante los fieles del Partido Conservador como secretario de medio ambiente, que incluyó posiblemente el uso más entusiasta de la frase "mercados de cerdo" jamás registrado.También ganó aplausos por informar gravemente a su audiencia con una mirada de acero: “Importamos dos tercios de nuestro queso: ¡eso es una vergüenza!”.Truss también es recordada por enfrentarse a los conservadores rurales en su batalla para convertirse en diputada del suroeste de Norfolk.El grupo de opositores políticos, apodados los “talibanes de nabo” debido a su supuesta militancia, se quejaron de que la colorida vida personal de Truss (había tenido una aventura con un parlamentario casado) era impropia para su posible representante político.Pero Truss, cuyos aliados reclamaron una pizca de sexismo entre sus críticos, finalmente prevaleció.Prepárense: ella solía ser liberal demócrata.Sí, la libertaria de un pequeño estado tuvo una juventud malgastada como representante del partido de oposición de centro izquierda de Gran Bretaña, que abraza árboles, usa calcetines y sandalias, y dijo en su conferencia de 1994 que estaría dispuesta a abolir la monarquía.Eso al menos debería darle algo de qué hablar con la reina cuando la inviten a formar un nuevo gobierno en Balmoral el martes a la hora del almuerzo.Lo que está conduciendo el día en Westminster.Política y formulación de políticas en la capital del Reino Unido.Inicie sesión para acceder al contenido y administrar su perfil.Si no tienes una cuenta puedes registrarte aquí.Al iniciar sesión, confirma la aceptación de nuestra Política de privacidad de POLITICO.